viernes, 3 de enero de 2020

GEL Mratón: El esperanto


     Uno de los tres objetivos de nuestra visita a Grecia era contactar con esperantistas que nos mostraran la realidad de esta lengua en el país: cómo se enseña, quiénes lo hablan, cómo se difunde,... Así que, como hemos hecho en las movilidades anteriores dentro del proyecto "Esperanto Komunilo", queríamos conocerlos y aprender de ellos.

     La experiencia ha cubierto sobradamente nuestras mejores expectativas. De entrada, porque la persona a la que avisamos de nuestra llegada, Lilian Simou, no solo se prestó a atendernos muy amablemente sino que, además, le habló de nosotras a Spiros Sarafian, su maestro,  que no dudó en ofrecernos su casa para recibirnos y que pudiéramos charlar de forma más cómoda y distendida.  

     Así que la tarde del 20 de diciembre nos encaminamos a nuestra cita en la preciosa casa de principios del siglo XX en tonos amarillos y estilo neoclásico en la que vive la familia Sarafian desde hace décadas. 


     Su dueño se reveló un señor afable, muy culto,  que dice que es mayor,  aunque no se le nota nada porque está lleno de energía y vitalidad, y ha dedicado el tiempo libre que le dejaba su trabajo relacionado con el mundo de la Economía al Esperanto. 

     Nos contó que ha impartido clases de Esperanto durante cincuenta años y ha tenido más de trescientos alumnos; ha traducido obras de la literatura griega clásica a la "internazia lingvo", entre las que se encuentran algunas de Platón, Herodoto y Plutarco; ha publicado un libro sobre la Guerra de Troya y mantiene dos páginas de Facebook,  "Gemas del Tesoro mitológico e histórico griego" en Esperanto y "Corresponsal del pasado" en las que recopila documentos en Esperanto de la primera mitad del siglo XX.


     Dice con complacencia que ha estado toda su vida rodeado de mujeres, su esposa, sus dos hijas, sus cuatro nietas y ahora, también, lo acompaña la que él presume que  será su última y muy querida alumna, Lilian Simou. 
   
   Nos contaba que ahora en Atenas no hay tantas personas interesadas en hablar Esperanto como antes, aunque hay esperantistas de todas las edades.
   
     Cree que esta situación es debida a que la gente no conoce qué es el Esperanto. Falta el camino hacia la información, nos decía. 

La lengua hegemónica siempre discrimina. El Esperanto es un idioma neutral que no discrimina a nadie, que no da ventaja a ningún hablante sobre los demás. 

Cuando la gente conoce qué es el Esperanto lo quiere hablar. Esto lo ha podido constatar a través de su propia experiencia cuando veía que, después de aparecer en televisión  o en revistas  algunas entrevistas que le han hecho hablando del Esperanto, ha aumentado la demanda de personas que se interesaban por aprender el idioma. 

     Por otro lado, cuando los que se acercan al idioma lo hacen preguntándose por lo que se puede ganar  hablándolo, se hace un acercamiento erróneo. No es algo de ganancia sino de sentimientos, de buena voluntad, por eso hay que conocer lo que es el Esperanto y por qué surge. 

     Entre los hablantes del Esperanto se dice que Internet ofrece múltiples posibilidades para usar el idioma ya que son una comunidad muy activa en las redes, pero Spiros cree que el contacto personal es mucho más eficiente para implicarse a nivel emocional con un idioma, que es lo que él entiende que ha de pasar. Y los esperantistas, desde su punto de vista, se reúnen poco. El contacto humano es muy importante y no se suple con la red. 

     Otro obstáculo que él detecta entre los estudiantes del idioma es la timidez. Hay que ser valientes para hablar, dice. Y nos hace ver cómo la falta de cultura no impide a nadie expresarse en su propio idioma, aunque se haga de forma incorrecta. "Nadie piensa que habla mal su propio idioma, solo habla. Eso es lo que debería pasar con el Esperanto. No importa si uno habla bien o mal, lo importante es que quiera comunicar. La corrección vendrá con la práctica" "Bone au malbone", en la calle, en cualquier lado, hay que hablar Esperanto. Y nos contaba que él se niega a hablar cualquier otro idioma: O Esperanto o Griego, incluso cuando va de viaje a otros países.


     Un ejemplo de cómo esa timidez puede impedir comunicarse, decía Lilian, era ella misma.   Filóloga francesa, políglota, mujer curiosa y con un amplio abanico de hobbies y ocupaciones, lo mismo se dedica a estudiar Esperanto que a hacer vidrieras, adolece de lo que su maestro dice que es el mal de los estudiantes, conoce perfectamente la lengua, pero es tímida y no practica lo que debería. 

     La respuesta a  las preguntas que han guiado nuestro periplo, "¿Cómo enseñas? ¿Cuál es el método que sigues en tus clases?", nos deparó otra sorpresa más. Spiros es autor de un libro de texto para aprender Esperanto en griego que consta de 35 lecciones que recogen todo lo que hay que conocer  para hablar la lengua de forma fluida.  Además, ha creado un diccionario griego-esperanto tan extenso que ocupa varios volúmenes. 


      Las hora pasaban y ninguno de los que estábamos en ese acogedor despacho rodeados de libros y buena conversación nos dábamos cuenta de ello hasta que ya fue casi demasiado tarde. Las buenas formas se impusieron y nos despedimos, pero dejamos atrás a dos personas encantadoras que tenemos la certeza van a estar ahí para nosotras en cuanto queramos volver. 

     Otra de las esperantistas griegas es Annie Grente, la primera esperantista a la que conocimos cuando, hace ya unos años, nos acogió en su casa de Creta, una esperanto domo en la que asiduamente recibe a esperantistas de todo el mundo, que lleva años trabajando como voluntaria en ONGs griegas enseñando inglés, francés, griego moderno y esperanto a inmigrantes que llegan buscando instalarse en Europa.  Con ella compartimos una  cena durante la que nos contó sobre sus clases, su día a día y del método que usa para, en muy poco tiempo, familiarizar a personas que escriben árabe con los alfabetos latino y griego. 


     Muchos de los esperantistas griegos pertenecen a la Asociación Helénica de Esperanto. Aunque en un viaje privado anterior habíamos intentado contactar con la asociación sin éxito, fue el presidente de la misma, Kostas Kiriakos, quien envió un mensaje al coordinador de nuestro proyecto Erasmus+ cuando leyó en la prensa que nuestro instituto era el primer centro educativo de Secundaria en España que ofertaba la enseñanza del Esperanto como materia optativa dentro de la programación oficial. 


      Esta Asociación fue fundada en 1926, aunque en Grecia aparecieron los primeros esperantistas en 1888. Su página oficial se encuentra pinchando sobre la imagen siguiente: