jueves, 18 de abril de 2019

MMRG: Mažeikių Merkelio Račkausko gimnazija


-El instituto Mažeikiu Merkelio Rakausko Gimnazija de Mažeikiai, se encuentra en una zona rural en el noroeste de Litiuania a pocos kilómetros de la vecina Letonia.

-Mažeikiai es una ciudad localizada al noroeste de Lituania, en las orillas del río Venta. Tiene una población de 42.675 habitantes, y es la cabecera administrativa de la Municipalidad Distrital de Mažeikiai, en el condado de Telšiai, dentro de la región de Samogitia.



-El sistema educativo lituano se organiza de la siguiente manera: Educación primaria hasta los 14 años (Baza Edukado en Lernejo), Educación Secundaria de 14 a 16 años (Meza Edukado en Mezlernejo) y Bachillerato (Bakalaŭreco en Gimnazio) de 16 a 18. Tras superar la selectividad, los bachilleres (bakalaŭroj aŭ abiturientoj) acceden a la universidad con 19 años. El centro de Mažeikiai ofrece tanto la Educación Secundaria como el Bachillerato.


-Se trata de un centro con una larga trayectoria histórica que constituye un verdadero referente para la ciudad, e incluso para la región, ya que que el próximo 9 de noviembre, celebrarán sus 100 años de historia. No obstante, en la actualidad vive horas bajas debido a los problemas de natalidad y de emigración que experimenta el país y hace que haya disminuido el número de matrículas, a lo que hay que añadir la dura competencia con respecto a otros centros educativos de la ciudad, así como la construcción de un puente que paradójicamente dificulta las comunicaciones del centro con el resto de la ciudad.

-El centro está dividido en dos grandes edificios separado por un amplio patio central, del que se puede entrar y salir libremente, estando controlados sus accesos por cámaras de vigilancia. El edificio principal tiene cuatro plantas y el secundario es de planta baja. Preguntados sobre posibles problemas de ausencias injustificadas o la incursión de personal ajeno al centro, la dirección afirma que prácticamente no ha existido ninguna incidencia en ese sentido, y que solo en una ocasión hubo un problema con unos jóvenes que entraron sin permiso al instituto sin ser alumnos.

-Las instalaciones del centro son antiguas y están desgastadas por el paso del tiempo. Las pareces de muros y pasillos no están pintadas y se encuentran desnudas lo que previene su deterioro pero también da un aspecto lúgubre y gris que es mitigado por las numerosas obras de arte que decoran el centro en forma de cuadros, murales y exposiciones que alegran el entorno y constituyen una verdadera sorpresa visual para el visitante inesperada en un centro educativo.


-Destaca la cubierta de placas solares del centro para aprovechar la energía solar en un país báltico donde predominan los cielos grises y las pocas horas de luz en comparación con España, lo cual lleva a la reflexión de cómo mejorar el ahorro energético y concienciar del mismo a nuestro alumnado, teniendo en cuenta que muchas veces se hace un uso innecesario de de la iluminación artificial desaprovechando la luz solar, o bien debido al mal funcionamiento de persianas que son ineficientes o están en mal estado, cuando unas sencillas cortinas podrían de tela podrían permitir la iluminación natural sin las molestias que acarrea la luz directa del sol.

-El centro tiene 58 profesores y 649 alumnos que se distribuyen en 23 aulas (en años anteriores tenían hasta 27 clases) en las que se forman durante 4 años, desde los 14 a los 18 años de edad, momento en el que se examinan para su acceso a la universidad.

-El centro permanece abierto y activo desde las 8:00h a las 16:00h y cada clase tiene una duración de 45 minutos, existiendo dos pausas al día de unos 20 minutos. Los alumnos deben asistir semanalmente a un mínimo de 28 clases lectivas o un máximo de 35 clases en función de las asignaturas que hayan elegido. 

-La ratio máxima de alumnos es de 30 alumnos por clase siendo en el caso de las lenguas un número máximo de 21, aunque generalmente en la mayoría de las clases de idiomas no suele haber más de una docena de alumnos y, de hecho, en alguna clase de alemán hay solo cuatro estudiantes.

-Al igual que en Italia en este instituto son también los alumnos quienes se mueven para cambiar de aula y cada profesor posee su propio espacio en el que imparte clase y que decora, cuida y personaliza como desee, lo que contribuye a crear un clima más agradable en clase.

-Los cambios de hora vienen marcado por dos señales sonoras, una primera señas que avisa al alumnado de que es el momento de ir dirigiéndose a sus aulas, y una segunda señal que indica que todos deben estar ya en sus respectivas aulas.

-No existe el concepto de “guardias de recreo” y los alumnos gozan de gran libertad de movimientos sin que se organicen grandes tumultos o jaleos en los pasillos. Si un profesor falta los alumnos pueden ir a los espacios compartidos, la biblioteca o el comedor.



-Las aulas son pequeñas con pupitres dispuestos para dos personas, cuentan con pizarra tradicional, y proyector, ordenador con conexión a Internet en la mesa del profesor. Todas las clases cuentan con plantas, un reloj y un lavabo que servía para limpiar la tiza de la pizarra. La decoración del aula varía de una clase a otra en función de los gustos o preferencias del profesor que imparta clase, pero suele estar bastante cuidada. No hay percheros en las aulas ya que los alumnos disponen de taquillas en la planta baja del centro donde guardar sus pertenencias.

-Además poseen un amplio y moderno gimnasio, que es usado también por las tardes por distintas asociaciones y grupos deportivos de la ciudad.

-El Salón de usos múltiples es un espacio bastante pequeño e inadecuado para tal función, además está en un estado bastante anticuado y mejorable, por lo que normalmente las grandes ceremonias y los actos importantes del centro se suelen realizar en otro lugar. Hay que destacar la presencia de un piano de cola.

-El centro dispone de un prolijo archivo donde se puede rastrear su historia centenaria con información y expedientes desde su creación.

-La biblioteca es muy amplia y dispone de dos bibliotecarios dedicados a la misma en exclusiva y por lo tanto está siempre disponible para el uso del alumnado, aunque no dispone de mucho espacio para el estudio, y el número de ordenadores con conexión a Internet es bastante reducido. Entre los libros de lectura obligatoria están El Quijote y ¿Por quién doblan las campanas?, libro que Ernest Hemingway escribió basándose en hechos reales de la Guerra Civil española.

-La sala de profesores es bastante pequeña, amueblada con unos cuantos sofás y la posibilidad de servirse un té o un café, pero sin equipo informático, casilleros o mobiliario apto para realizar ningún tipo de trabajo, por lo que su uso es puramente social y recreativo, si bien en el tiempo que la visitamos no había más de 7 u 8 personas durante la pausa del recreo, una cifra muy pequeña para un centro que cuenta en plantilla con casi 60 docentes. Por lo que no es un espacio adecuado para la sociabilización y la cooperación de los docentes. Pudimos constatar cómo la mayoría de ellos tenían pequeños espacios en el edificio (en sus aulas, en la clase de cocina, en un rincón de la bilbioteca,...) donde reunirse y socializar durante el tiempo libre, a lo que todos daban mucha importancia.

-El comedor y la cafetería son espacios que están unidos y una gran mayoría de los alumnos y los profesores hacen uso de sus servicios que ofrecen a diario en el menú tanto carne como pescado o verduras a través de sencillos platos tradicionales lituanos.

-No es infrecuente encontrar sofás dispuestos en los amplios pasillos del centro y su estado es bastante adecuado para lo que cabría esperar. Junto a ellos se sitúan mesas con juegos como el ajedrez e, incluso, un piano que puede ser usado por el alumnado. La limpieza también es buena.


-El uso del móvil está aceptado totalmente en el centro tanto fuera como dentro de las aulas. Se usa no sólo para realizar alguna actividad que los profesores diseñen con él sino también para consultar fuentes diferentes al realizar la tarea en clase. Pero no se limita ni se controla el uso que se le da. Por ello es llamativo que sea tan contenida y discreta su utilización durante las clases. Fuera de ellas, en los pasillos durante los periodos de descanso, la mayoría de los estudiantes tenían el móvil en la mano y muchos se entretenían con ellos.

-Con respecto a las normas con respecto a la vestimenta, cabe señalar que son bastante conservadoras. Por ejemplo, la directora anterior no permitía el uso de pantalones entre las profesoras. Existe un uniforme del centro que el alumnado usa en ocasiones especiales y cuando cada uno considera oportuno. Fue muy entrañable observar cómo los estudiantes de esperanto usaron su uniforme el día de nuestra visita. Además, para aliviar este exceso de rigor exigido en el vestir, el viernes se permite al alumnado usar ropa más informal, que no es distinta a la que nuestros estudiantes llevan a diario en clase: vaqueros, leggings, blusas sueltas,...

-La admisión del alumnado suele depender del propio centro quien decide en general a qué alumnos admite o no, en función de sus notas y de una entrevista realizada. Si bien la ley establece que los centros de titularidad pública deben admitir a cualquier alumno la realidad es que cada centro educativo posee bastante autonomía e independencia en este sentido, lo que les permite una gran libertad a la hora de crear un determinado perfil del alumnado en las aulas. Si bien, actualmente el problema en este instituto no es la selección de los alumnos, sino más bien la necesidad de los mismos para poder mantener activas las líneas, ya que cada año el número de peticiones va en declive.

-Sorprende la realización de numerosos concursos entre el alumnado para fomentar la cultura del esfuerzo y el espíritu de superación mediante una sana competitividad. Los alumnos que obtienen las mejores calificaciones son homenajeados con un espacio dedicado a los mejores alumnos del año. También se homenajea públicamente a todos los que obtienen algún tipo de premio o galardón.

-Además, dada la amplia historia del centro, existe un espacio dedicado a las personalidades ilustres que estudiaron en el instituto, una fuente de inspiración para todos los estudiantes, y un mural que recoge el nombre del centro, la figura del fundador, el himno del colegio y una televisión en la que se proyectan noticias referentes a la escuela. Todas las estancias están decoradas con obras de gran calidad realizadas por alumnado del centro y, en los pasillos, hay exposiciones de distintos grupos.











-A conocer la situación del centro nos ayudó Lena Krigelienė, profesora de ruso y Vicedirectora que nos atendió durante una hora en la que nos contó de forma general la estructura educativa y respondió a cuantas cuestiones tuvimos que hacerle. Nos ofreció un regalo de bienvenida y nosotros pudimos hacerle entrega de la carta de agradecimiento de nuestro director por la atención que nos prestaban. Después de la reunión nos remitió a la secretaría del centro y a Laimonas Terasius, profesor de música y Vicedirector gerente que, tenía que firmar y sellar la documentación oficial de nuestro proyecto.